lunes, 31 de marzo de 2008

Ahora me dicen que soy mal humorado y que me levanto con el pie izquierdo. Y es verdad. Hoy me desperté bárbaro, estuve 5 segundos bien y enseguida me acordé de tres razones para no estarlo: que anoche comi mucho y me acosté enseguida, que no puedo quedarme en la cama porque tengo que ir a laburar y que en el laburo tengo que comunicar que no voy a ir más los sábados. Resultado: acidez inmediata. E inmediatas ganas de escribir, pero fui a bañarme porque sino mi viejo me gana en la ducha y se me hace tarde.
Algo está mal, lo se. Hay algo en mi vida que no me deja estar totalmente tranquilo. Mis días a veces son un cúmulo de frustraciones y no puedo ver un futuro demasiado alentador. Hace 3 años yo era distinto. Era más alegre, no me hacía tantos problemas. No me decían que era mal humorado. Creo que lo peor es que a veces como soy para afuera soy para adentro: si tengo un problema sonrío, hago chistes y dale para adelante que está todo bien. Eso es lo que a veces me da asco de mi, ese personajito. Tal vez es porque crecí y ya no soy más aquel niño, o tal vez es otra cosa más. A veces todo me desborda y me enojo mucho por hechos menores y me pongo a gritar o golpeo mesas o paredes. Eso antes tampoco me pasaba. Hago el esfuerzo, por ejemplo la otra vez pude jugar al TEG sin enojarme (seguramente porque gané, pero no me enojé) pero a veces siento que me pinchan me pinchan me pinchan y que no puedo evitar explotar en algún momento.

viernes, 14 de marzo de 2008

Hogar

Ya estoy volviendo a sentir ese calorcito de chimenea y ronda de mates con amigos.

jueves, 13 de marzo de 2008

Prefiero quemarme con agua de mate a quemarme las pestañas. Y me acordé de Serrat, cuanta nostalgia me da... a veces lo escucho y me dan ganas de llorar.

Desintoxicación

Es lo que intento, limpiarme. Pero limpiarme de mi, de mis partes oscuras y agresivas. De mi pesimismo social, de mi sentimiento de inferioridad crónica, del ardor en la nuca del qué dirán. Y lo quiero hacer por mí, no que sea ya una fachada o un personaje que a fin de cuentas termina dandome asco. Quiero aprender a ser mejor, y poder serlo. Extirpar de mi lo que me hace mal y quemarlo, ahogarlo, romperlo, que se lo lleve el viento. No quiero terminar siendo un viejo amargado, no quiero tener acidez, no quiero enojarme tanto por un partido de fútbol ni porque un viejo en un Mercedes en vez de ponerse en la fila para doblar como debería hacer se hace el pícaro y esquiva a todos por el costado, doblando antes incluso que el que estaba primero en la fila. Lo que a veces duele de esas situaciones no es tanto su realidad inmediata, sino el pasado y el futuro de las mismas; uno recuerda que en el pasado tantas otras veces pasó lo mismo, y todo se va acumulando en nuestras arterias. Y con el futuro, sucede que no paramos de proyectarlo y de ver que no aparecen muchas posibilidades reales de que algo cambie. Quiero mucho a mi país y todo eso duele. Y no quiero meterme en mis ideaA acerca de la justicia ni nada por el estilo porque no quiero enroscarme más. Tampoco es que uno pueda ser un ente ajeno a todo, y no tener ideología y dejar que todo nos resbale, pero que se yo, hay que aprender a tomar las cosas por lo que son y valorarlos como tales, aunque a veces sea tan pero tan difícil.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Inicio

Nuevo blog. Nuevo blog para volver a escribir, pero cuando tenga ganas, y lo que tenga ganas. Porque hay momentos en los que uno no puede dormirse e hilachas de textos nuevos se le cruzan por la cabeza. Y hay momentos en los que el Word Pad se ve increíblemente hermoso en su vacía blancura, invitandome a llenarlo de letras. Y elijo el Word Pad porque es más básico, más limpio, más elemental. Tiene el espacio para escribir, y no mucho más.
No pretendo nuevos lectores, no pretendo agradar, no pretendo actuar. Pretendo dejarme fluir, que las palabras salgan, de lo que sea, y subirlas cuando todavía están calentitas, sin pensarlas, sin corregirlas, sin reflexionarlas.
Si todo esto sucede, y sólo si todo esto sucede, puede que vuelva a tener esa capacidad de plasmar en palabras lo abstracto de mis pensamientos, de jugar con el lenguaje y de sangrar verborragia. Tal vez se me ocurran historias, tal vez nazcan personajes, o tal vez sólo opine. O tal vez nada. Lo que sí es seguro es que este blog es para mí en primer lugar, una suerte de diario íntimo que se abre al mundo, un bloc de anotaciones que todos pueden leer.
Los viejos amigos serán siempre bienvenidos e invitados, y hasta esperaré su visita con ansias. A los nuevos lectores, si es que los hay, les digo que también veré con agrado su aparición, su opinión y su participación, después de todo de eso se trata mi idea de blog. Lo que no les prometo es cordialidad ni devolución de visitas, seré lo que lean y lo que no lean y lo que quieran imaginar, pero no seré quien no sea.
No me animé a eliminar Home by the sea, no soy bueno con eso de terminar historias y sepultarlas. Tal vez algún día lo haga. Pero lo que seguramente sí suceda es que quedará guadado en el cuarto del fondo, en el último estante, atrás de las fotos de la infancia y la ropa que ya no me entra.
En cuanto a este nuevo blog, quién sabe que será. Tal vez dure un mes, tal vez más, tal vez menos, ¿quién sabe? Lo que sí puedo afirmar es que no será más que un espacio tan real como imaginario en el que no se verá más de lo que muestra el monitor. Sin adornos, sin pantomima y sin maquillaje.