martes, 15 de abril de 2008

Cortas y a la canilla

Esa cosa de ingrata sorpresa al descubrir que la chica/co que parecía hermosa/so en la oscuridad del boliche a la luz del día no lo es tanto ve su continuidad en la moda actual de usar gigantes anteojos de sol que lo único que hacen es tapar el 85% de la cara del portador y hacerlo parecer más fashion y por ende más bello.

Creo que uno de mis problemas es entender porqué los demás se comportan de tal o cual manera y no poder convivir con ello ni soportarlos.

No todo está tan mal, no todo fue tanto mejor en el pasado, no todos están tan locos, no pasan todo el tiempo a nuestro alrededor sangrientos y violentos delitos que no nos dejan vivir en paz y por sobre todas las cosas no somos tan malos los argentinos, no me voy a cansar de decirlo, ¡basta por favor de despreciarnos a nosotros mismos!

2 comentarios:

Bender dijo...

No todo fue tanto mejor en el pasado, siempre estuvimos todos igual de perdidos.

Ah, hoy estuve colgando propagando en tu facultad hasta que se calentó un no docente.

Maxi Vittor dijo...

Siempre estuvimos igual de perdidos, pero siempre esta el queja-fácil de turno que no para de hablar al pedo y quejarse, quejarse, quejarse, quejarse.

Los no docentes son una raza aparte, jaja, el año pasado se enojó uno porque estabamos haciendo una instalación en una pared para una de las materias. Creo que se había enojado en realidad porque habíamos movido unos bancos y mesas, o porque la noche anterior los alumnos de ese taller habían tirado papeles (!) Era algo así, ridículo, pero después nos pusimos a hablar y nos amigamos y al final no era malo.